Año nuevo

Depresión en Año Nuevo: cómo empezar el año más feliz

No deja de ser alarmante el aumento de los casos de depresión en Navidad. Las fechas señaladas de las Navidades pueden provocar serios desajustes en nuestro equilibrio emocional y llevarnos a sufrir algún trastorno emocional, como puede ser la depresión. Una de las fechas clave que más nos deprimen es el Año Nuevo y nos hemos preguntado por qué y cómo podemos evitarlo.

Tenemos las respuestas para conocer todo sobre esa depresión de Año Nuevo y también tenemos los remedios para evitarla. Así que este año, vamos a empezarlo con buen pie. Con tan buen pie que el día de Año Nuevo estará tan lleno de alegría y felicidad como en el resto del año. Te damos las claves para un Año Nuevo feliz.

Motivos de depresión en Año Nuevo

Los motivos de esa tristeza tan característica de la Navidad son muy variados, desde la nostalgia por el pasado hasta la frustración económica, pasando por la ausencia de seres queridos. Por eso, para cuando llegamos a la Nochevieja o, pasado un momento, al Año Nuevo, lo hacemos ya cargadas con una mochila enorme de tristeza y pesar.

Además, el Año Nuevo es la fecha clave para hacer recuento del año que acabamos de pasar. Si hacemos la evaluación del año con actitud negativa, comprobaremos la cantidad de veces que hemos fracasado, los propósitos que no hemos cumplido, los problemas que no hemos sabido afrontar o tantos y tantos objetivos que no hemos alcanzado. Desde ese punto de vista, lo normal es que caigamos en una depresión.

Por supuesto que hay otra forma de evaluar el año que ha pasado, pero eso es algo muy difícil cuando la realidad queda distorsionada por el pesimismo y la negatividad de un estado depresivo. Aún así, vamos a intentarlo. Vamos a intentar que el Año Nuevo sea una fecha clave de optimismo que marque el resto del año.

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Feliz Año Nuevo

No es más realista pensar en negativo que hacerlo en positivo. Al contrario, pensar en positivo puede acercarnos un poco más a nuestra realidad, teniendo en cuenta el poder de nuestra actitud para transformar las cosas. Y es que cuando estamos convencidas de que las cosas van bien, el resultado es que las cosas van mejor. De esta manera, el día de Año Nuevo vamos a hacer un repaso bien diferente del año que ha pasado.

No tenemos ninguna obligación de elaborar una lista de propósitos de Año Nuevo si tenemos tendencia a no cumplirla. Pero sí podemos hacer una lista de las situaciones felices que hemos vivido en este último año: los besos que hemos dado, los abrazos que nos han dado, la permanencia de nuestra sonrisa en los labios, las situaciones que nos han hecho reír, las personas interesantes que hemos conocido y también las personas maravillosas que ya conocíamos y que siguen ahí.

Esta forma más positiva de hacer recuento del año anterior nos ayudará a enfrentar el Año Nuevo con más fuerza. Optimismo para enfrentarnos a 356 días de ¿problemas?, sí, pero también de alegrías. Feliz Año Nuevo.

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