Mitos de la lactancia materna ¿Ciertos o no?

Lactancia materna

Hay suficiente investigación que demuestra que la leche materna es el mejor alimento para tu bebé. Amamantar es una de las mejores cosas que como madre puedes hacer por tu hijo y los beneficios son múltiples y bastante conocidos. Sin embargo, aunque es un proceso natural, amamantar no es fácil para algunas madres y más para aquellas que lo son por primera vez. Dar el pecho requiere un proceso de aprendizaje que dura semanas y que en ocasiones puede hacerse difícil surgiendo algunos obstáculos.

En el pasado, cuando no existía la información médica de la que disponemos hoy, estos obstáculos o dificultades se explicaban con ciertas creencias. En este artículo abordamos algunos mitos de los más comunes que existen y te explicamos cuáles tienen un fundamento cierto.

Mi bebé no está aumentando de peso y creo que es porque no come suficiente

Éste es uno de los miedos más grandes de una mamá que está amamantando. Cuando das el pecho no puedes saber con exactitud la cantidad de leche que tu bebé está tomando lo que sí se puede hacer con un biberón.

Hay bebés que por constitución física no engordan tanto como otros. Por esto son muy importantes los controles periódicos por el pediatra quien a través de un control que incluye el pesaje del bebé, determina si tu bebé está desarrollando bien, si es así quiere decir que el bebé está recibiendo suficiente leche aunque te parezca que no está engordando tanto como tú quisieras.

El problema es cuando las mamás o las abuelas aconsejan complementar la alimentación con leche de fórmula. Esto crea un círculo vicioso: cuanta más fórmula toma el bebé, menos lacta y por lo tanto menos leche produce la madre. Es preciso tener muy presente que la succión del bebé es el principal estímulo para la producción de leche materna.

No tengo suficiente leche

Ésta es una variante del mito anterior. Recuerda que es difícil saber la cantidad de leche que produces. En los primeros días después del nacimiento, la naturaleza le permite a la mamá descansar después de su intensa labor. En estos días no produce leche, sino calostro, una sustancia amarillenta que sale en poquita cantidad y que es justo lo que el bebé necesita en ese momento.

El calostro está lleno de grasas, proteínas y anticuerpos que protegen a tu bebé de infecciones y activan su sistema inmunitario. Este líquido tiene el doble de calorías que la leche. El aparato digestivo del bebé está empezando a funcionar y sólo necesita esas pequeñas cantidades de alimento. La leche irá apareciendo en forma gradual.

Lo mejor es guiarte por el peso que va aumentando tu bebé, su satisfacción y sobre todo, por lo que te diga tu pediatra. Los consejos y opiniones de otras personas, por muy bien intencionados que sean, podrían estar equivocados.

Mi leche no es buena

La leche materna en general, tiene la misma composición para todas las mamás. Aunque te parezca mentira, incluso en mamás que viven en países donde no pueden tener una dieta equilibrada, la composición de la leche materna es la misma, a menos que haya un problema médico.

Lo que ocurre es que la composición de la leche varía según la etapa de desarrollo en la que se encuentra tu bebé. Incluso en la misma sesión de amamantamiento la composición de la leche cambia del principio al final. Por ejemplo, la leche que sale al principio es más ligera, para saciar la sed del bebé, y la que sale en los siguientes minutos es la que tiene más grasas y nutrición.

 No todas las mamás pueden, o quieren, amamantar. Pero si tu intención es darle el pecho, no te preocupes por la calidad de tu leche. ¡Es excelente!

Los enojos hacen que se seque la leche

Aunque si estás nerviosa o estresada es posible que tu leche tarde un poquito más en fluir, esto no quiere decir que vayas a dejar de producir leche. Le leche no desaparece o se seca porque estés enojada o hayas tenido un disgusto. Los nervios no cambian la composición y el valor nutritivo de tu leche.

De hecho, cuando empieces a amamantar y la leche comience a fluir, tu cuerpo se relajará de forma natural. A muchas mamás incluso les entra sueño cuando están alimentando a sus bebés.

No debo comer ciertos alimentos para asegurar la calidad de la leche

En todo el periodo de gestación y durante la lactancia, la mujer necesita una dieta balanceada. No hay alimentos que aumentan o disminuyen la producción de leche. A mayor succión corresponde una mayor producción de leche.

Por otra parte, comer en exceso porque estás amamantando tampoco aumentará la producción de leche, ¡pero sí aumentará tu peso y después te resultará difícil perderlo!

Y algo que es absolutamente obvio, la madre debe evitar las bebidas alcohólicas aún en pequeñas cantidades.

Si tu mamá no tenía mucha leche, tú tampoco la tendrás

Lo que determina la cantidad de leche que una mamá produce, a no ser que haya un problema médico, es la frecuencia con la que alimenta a su bebé. Cuanto más lacte tu bebé, más leche producirá tu cuerpo. 

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