Soledad y depresión

No tener familiares, una sensación de soledad

La familia es el núcleo de la sociedad, es una parte muy importante de nuestra vida emocional. Las relaciones con familiares en la infancia pueden marcar nuestras fortalezas psicológicas de adultos. 

No todas las personas disponen de ese apoyo familiar, y es que, hay personas que no tienen familiares a su alrededor. En estos casos, el sentimiento de soledad es tan fuerte que puede convertirse en una depresión.

sensación de soledad

La falta de familia

Diversas circunstancias adversas pueden dar lugar a que una persona no tenga familiares a quienes dar su cariño y de quienes recibir apoyo, es un situación no muy frecuente pero que puede ocurrir.

La sensación de soledad que la mayoría de las personas hemos experimentado en algún momento de nuestra vida no es nada comparado con ese desamparo que se incrusta en tu vida cuando no tienes un núcleo familiar cercano.

Podría parecer que crecer sin una familia puede hacerte una persona más fuerte psicológicamente, más independiente. Sin embargo, nuestro entorno social ejerce demasiada presión hacia aquellas personas cuyas circunstancias vitales son diferentes a las de la mayoría. Y la extrañeza que produce que una persona no tenga un familiar a quien acudir, no ayuda demasiado a normalizar la situación.

Superar la soledad y la depresión

Sabemos que podemos superar cualquier trastorno con el tratamiento adecuado. En el caso de la depresión por no tener familiares, es necesaria la psicoterapia, que nos enseñe a disfrutar de la vida a pesar de nuestra circunstancia particular.

Vencer el sentimiento de soledad por nosotras mismas no es fácil, por eso vamos a necesitar apoyo. Pero , ¿apoyo de quién, si no tenemos familiares?. Los amigos buenos y sinceros son parte de nuestra vida también, y muchas veces se establecen vínculos fuertes.

No tener familia no debe suponer un problema de aislamiento social, porque las familias no son solo las tradicionales, también podemos crear nuestra propia familia basada en sentimientos verdaderos y no obligados.

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